La Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza (Caboface) descartó ayer que la fusión entre la cervecera británica SABMiller y la brasileño-belga Anheuser-Busch InBev tenga repercusiones negativas para el sector.
“Las repercusiones para Bolivia, por la sociedad que se conformó, serán nulas para el país. No creo que las cerveceras artesanales tengan que preocuparse mucho. Lo que sí debe preocupar es el contrabando de bebidas que se internan desde Brasil y Argentina, eso sí nos está matando”, afirmó afirmó ayer el gerente General de Caboface, Alfredo Candia.
“Cuando la SABMiller llegó a Bolivia con Cordillera, firma que invirtió 30 millones de dólares, no causó efecto” agregó Candia. Actualmente la marca Cordillera se ofrece en la ciudad de Santa Cruz y es procesada por la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) de Chile.
Fuente: Página Siete
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